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Por qué volví O cómo intento justificar una decisión difícil en un medio ya superado por la mediocridad impuesta por las redes sociales

Porqué volví

Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo, y con la misma mezcla de curiosidad y compromiso que me acompañó desde los comienzos retomo este sitio.

No es un regreso por notoriedad ni por moda: es la continuación de un recorrido de más de veinticinco años dedicado a explorar y compartir lo que considero vital para comprender nuestro planeta y nuestra responsabilidad hacia él.

Dejé de actualizar este sitio allá por 2016, y durante los años siguientes tuve la oportunidad de mirar atrás y evaluar todo lo recorrido, antes de decidir reformularlo desde la base en 2019, adoptando un CMS más moderno, ágil y compatible con las múltiples formas en que hoy se accede a Internet.

Así, para el 20.º aniversario, el 22 de enero de 2020, pude celebrarlo con un diseño renovado y con un plus de contenido: análisis más profundos, textos más extensos y material didáctico pensado para comprender la complejidad del hermoso y frágil planeta que habitamos.

Rescaté lo más valioso del material publicado durante dieciséis años, adaptándolo al nuevo formato. Entre los contenidos iniciales quise preservar la sección ¿Qué es la ecología?, que sentó las bases conceptuales para comprender la disciplina y que considero aún hoy un pilar para cualquier debate ambiental serio. Al mismo tiempo, dentro del material producido en 2020, incorporé un desarrollo amplio sobre el Decrecimiento, un tema espinoso y difícil de transmitir, pero que a mi juicio representa casi la única alternativa realista frente al modelo económico actual.

Más allá de esos hitos, el sitio guarda también una enorme diversidad de materiales que fueron surgiendo con el tiempo: desde reflexiones sobre el concepto de universo, el recorrido por nuestro sistema planetario y los procesos de formación y evolución de la Tierra, hasta el estudio del clima, la geografía y otros abordajes que, sin pretender exhaustividad, buscan aportar herramientas para entender dónde estamos y hacia dónde podríamos dirigirnos.

Parte del material más antiguo quedó disponible —quizá menos relevante— para quien lo encuentre. Esa convivencia de épocas distintas puede generar cierta confusión, incluso con los algoritmos de posicionamiento web, pero también es un testimonio de la evolución de este espacio y de los años de trabajo dedicados a él.

Llegamos al 25.º aniversario. Poco después surgieron problemas con el servidor que, gracias a Lucas, nos albergó durante tantos años. Tuvimos que migrar a uno nuevo, con software actualizado, para recuperar las funcionalidades del sitio y garantizar la continuidad de este archivo vivo de ideas, estudios y reflexiones.

En ese proceso inevitablemente hice una doble revisión: técnica, para descartar material obsoleto; y de contenidos, para repasar los temas abordados. Este repaso me permitió ver con perspectiva la evolución de la problemática ecológica y ambiental. Y es imposible no notarlo: estamos peor. Los márgenes de acción parecen hoy casi inexistentes.

Soy mayor. Mi expectativa de vida es aleatoria pero no extensa. Aun así, decidí volver a difundir artículos que ayuden a tomar conciencia del mayor desafío que enfrenta la humanidad, incluso por encima de las tensiones geopolíticas que, de agravarse, solo acelerarían la degradación planetaria.

Sé que quizá este no sea el medio más idóneo, el más eficaz ni el más popular. Pero es el espacio que sostuve durante veintiséis años y al que he dedicado prácticamente una vida de estudios, lecturas, colaboraciones, debates y, sobre todo, convivencia en un mundo que parece empeñado en no querer enterarse de que, de no mediar un “milagro”, tenemos los días contados.

Y, sin embargo, por mal que vayan las cosas, las expectativas de sobrevivencia de la humanidad superan con creces las mías. Por eso volví: para dejar constancia de lo que me ha movido a retomar este camino, para seguir luchando mientras pueda y, sobre todo, para que quede registrado un testimonio de compromiso frente a lo que considero vital, aunque no pueda garantizar cuánto tiempo podré sostenerlo.

“Mi corazón espera, también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.”
—Antonio Machado, A un olmo seco