Periodismo climático en la selva digital: La cobertura de la cumbre en el Amazonas se enfrenta a la desinformación, la falta de fondos y los «tecnicismos diplomáticos». Frente a ese desafío, expertos del continente proponen una respuesta doble: inteligencia artificial para verificar datos y redes de periodismo colaborativo para sostener la información de calidad.
La próxima cumbre climática COP30, que se celebrará en el corazón de la Amazonia brasileña, no será solo un punto de inflexión para las políticas ambientales del planeta: también pondrá a prueba la capacidad de los medios latinoamericanos para informar con rigor y alcance sobre la crisis climática.
La prueba de fuego informativa
Mientras el interés público por el cambio climático alcanza máximos históricos —43,4 % en México, 36,8 % en Perú y 36 % en Colombia, según la consultora Intersect Intelligence—, muchas redacciones enfrentan una limitación crítica: la falta de acceso, capacitación y financiamiento.
La COP30, que marca el regreso de la conferencia climática de la ONU a América Latina tras más de una década, se realizará en una de las regiones más vulnerables al calentamiento global y, al mismo tiempo, una de las más vitales para su mitigación. En esa paradoja —la Amazonia como sumidero de carbono y escenario de degradación— se juega tanto la política climática como la credibilidad del periodismo ambiental.
Ese fue precisamente el eje del reciente encuentro virtual “Guía básica para la cobertura periodística de la COP30”, donde periodistas, editores y verificadores coincidieron en un diagnóstico: hoy la cobertura efectiva no depende de quién envíe más corresponsales, sino de quién maneje mejor la información, la desinformación y los datos.
El doble frente: desinformación y tecnicismos
José Felipe Sarmiento, director ejecutivo de Colombia Check, fue contundente: “Uno de los mayores desafíos será monitorear las narrativas falsas diseñadas para deslegitimar la evidencia científica”. La cobertura de la COP30, advirtió, se desarrollará en un auténtico “campo de batalla algorítmico”.
“Debemos considerar el papel de las redes sociales”, agregó. “Aunque generan ruido y desinformación, son también esenciales para llegar a la gente. No basta con reportar: hay que contrarrestar activamente las falsedades con contenido confiable en las mismas plataformas donde circulan”.
El otro frente es el lenguaje. Sarmiento alertó sobre el riesgo de “caer en los tecnicismos diplomáticos”, que suelen alejar a las audiencias y oscurecer los resultados concretos. El desafío consiste en traducir las negociaciones globales a impactos locales: sequías, inundaciones, pérdida de cultivos. “Ni alarmismo ni triunfalismo”, resumió, “sino contexto y claridad”.
COP30: la era de la consolidación
La próxima cumbre también marca una inflexión política. Stefano Wrobleski, director ejecutivo de InfoAmazonia, recordó que será la primera COP organizada en un país democrático en años, lo que anticipa una participación inédita de la sociedad civil, junto con un cabildeo más intenso de sectores como el agronegocio brasileño.
Para Wrobleski, el éxito no se medirá por los grandes anuncios, sino por la capacidad de “consolidar y activar las promesas ya existentes”, sobre todo los fondos de financiamiento climático. En ese contexto, el rol del periodismo se transforma en el de una auditoría permanente: seguir el dinero, verificar compromisos y documentar el cumplimiento.
IA y redes: las nuevas herramientas
Ante la avalancha de información y los riesgos de manipulación digital, las herramientas tecnológicas se vuelven aliadas imprescindibles. Sarmiento mencionó el uso de inteligencia artificial aplicada al análisis de datos mediante plataformas como Notebook LM y Pinpoint (de Google), que permiten procesar grandes volúmenes de documentos y detectar inconsistencias en tiempo real. También destacó los detectores de deepfakes como apoyo, aunque subrayó que “la verificación humana sigue siendo insustituible”.
Sin embargo, la verdadera innovación podría no ser técnica, sino organizativa. LatAm Intersect e InfoAmazonia lanzaron una alianza junto a más de 20 medios ambientales de Brasil para distribuir reportajes de manera gratuita en español, portugués e inglés. La red funcionará como una infraestructura compartida de datos, análisis y cobertura, con un canal de WhatsApp para actualizaciones instantáneas.
En la práctica, este modelo de periodismo en red intenta hackear las limitaciones estructurales del sector —desde los presupuestos escasos hasta la fragmentación informativa— y construir un cortafuegos colectivo frente a las narrativas falsas que intentan colonizar el debate climático. La COP30, en plena selva amazónica, será el primer gran test de ese sistema de cooperación.
Este artículo fue elaborado por el equipo de barrameda.com.ar y con el apoyo de herramientas de redacción asistida por inteligencia artificial.