Jabones, cremas y hasta paté de estos moluscos se están fabricando en Chile gracias a las innovadoras propuestas de la empresa “Caracoles El Manzanito”, pyme presente en la Feria Expo Alimenta 2005, realizada hace algunas semanas en Espacio Riesco.

“Caracoles El Manzanito” es un grupo de microempresarios de la helicicultura que se creó en el año 2002 y que sólo gracias a la perseverancia y originalidad han sabido llevar con éxito un proyecto que nadie pensaba que se podía armar.

La historia de esta empresa, que actualmente exporta caracoles a ciudades españolas como Barcelona, Valencia y Córdoba, comienza en el año 2001 cuando Elizabeth Lavín recibe de parte de un familiar una loca pero viable idea: un criadero de caracoles. “En ese tiempo hablar de producir caracoles era un sinónimo de locura, pero para mi cada vez que alguien haga algo distinto o se salga de lo común cree que tendrá pocas expectativas. Pero también creo que cuando el rubro es nuevo, tienes grandes posibilidades porque no hay competencia: los primeros siempre son los primeros”, comenta esta microempresaria.  

Fue así como postularon a un concurso de proyectos innovadores del Fosis (Fondo de Solidaridad e Inversión Social) y ganaron ocho millones de pesos, los cuales invirtieron en asesorías y capacitaciones en helicicultura y en los materiales necesarios.

“Fue difícil comenzar a construir un criadero nosotros mismos porque todo lo que sabíamos era teoría. Nunca visitamos un criadero en otras partes, ni tuvimos contacto práctico con los caracoles”, comenta Elizabeth. “Fue tan arriesgado nuestro proyecto que el primer criadero que nosotros vimos fue el que hicimos”, destaca.

El criadero comenzó en el año 2004 con cerca de 35 mil caracoles reproductores procedentes de la isla Mocha. De a poco poco fueron aumentando sus ganancias, a tal extremo que hoy exportan a España cinco toneladas mensuales entre caracoles, embalaje de caracoles y subproductos de estos animales como el abono y la baba.

Sin embargo, el año de las grandes innovaciones y mejor rentabilidad ha sido el 2005, ya que han salido dos de los productos estrella de la empresa y con los que pretenden marcar la diferencia de las otras empresas de helicicultura en Chile: el paté y los jabones de caracol.

¿Caracol en stress?

El jabón de caracol, es sin duda, el proyecto más ambicioso de Elizabeth, ya que fueron los primeros en patentar la idea en nuestro país -a diferencia de la crema, registrada por otros productores- factor que les ha permitido ser la única empresa y tener el control del producto.

Elizabeth no devela los secretos para producir el jabón de este molusco. El único dato que entrega es mantener al caracol en constante “stress”, es decir “molestarlo” lavándolos o tocándolos con el objeto de obtener el 10% de baba para el jabón que el laboratorio necesita.

“Esta es una idea netamente de nosotros y es un verdadero boom sobretodo en las mujeres que tienen problemas de sequedad o manchas en la piel”, destaca Elizabeth. “Con las pocas semanas que llevamos de venta ha tenido un éxito tremendo en los locales de distribución”, agrega.

La baba de caracol posee propiedades regenerativas todas concentradas en la denominada elicina, extracto de la baba del caracol que entre otras cosas cura el acné, elimina arrugas, desvanece las cicatrices y rejuvenece la piel.

El Paté: “Sólo hay que disfrazar al caracol”  

Otra de las novedades de “Caracoles El Manzanito” es el paté, un producto muy nuevo y que según Elizabeth “no puede faltar en ningún cocktail fino”.

Este se produce, a diferencia de los jabones, no sólo con la baba del caracol sino que con el animal completo, sacándole las vísceras y el caparazón (proceso que les permite aprovechar al máximo los recursos). Todo esto se manda a fabricar a una conservera que resguarda al máximo las condiciones de higiene y seguridad

Para esta gran emprendedora, la única manera de que en Chile se acepten los productos comestibles “alternativos” es “disfrazando el producto”, es decir, dándole un sabor agregado como el ciboulete o finas hierbas.

“El sabor del caracol es muy suave y se puede preparar y “disfrazar” de mil maneras. O sea, si tu quieres hacer un cocktail en tu casa puedes fácilmente hacerlo pasar por macha u otro molusco porque como el sabor es neutro puede parecer a lo que tu quieres que se parezca”, comenta Elizabeth.

Acerca de los prejuicios que se tienen de este alimento- que por lo demás es muy sano- la creadora de estos productos piensa que la principal causa es el paladar tímido del chileno y afirma: “en degustaciones nos hemos dado cuenta que cuando la gente se decide a probar el caracol lo encuentra rico, pero sólo después de que nos costó un mundo convencerlo a que probara”.

“Cuando lo prueban, todo cambia y dicen realmente que lo encuentran de un sabor muy bueno. Muy poca gente te dice que no les gustó y quien te lo dice es porque no lo probó, asegura firmemente. “Si no hay peor intento del que no se hace”, finaliza. 

Carola Zamora
Fuente: chile.com

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