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Publicado por Benito A. De la Morena   
sábado, 15 de octubre de 2005
Manuel Alcides y un servidor hace tiempo que iniciamos nuestra amistad a través de este invento modernista llamado Internet. Un sistema que me permite comunicar con este amigo salvadoreño, y gracias al cual he podido darle el calor y el ánimo que necesita para buscar a su familia, desaparecida por la reciente erupción del volcán Ilamatepeq, que ha sembrado de muerte y desolación esa bella región.

El problema hubiera sido menor si no fuera por que pocos días después, un  terremoto de 6.2 grados de magnitud en la escala de Richter, se localizó  también frente a la costa sonsonateca,  en San Salvador, provocando miles de muertes. Un sismo que tuvo una intensidad de IV en la escala subjetiva de Mercalli, y que según los expertos del Servicio Nacional de Estudios Territoriales de El Salvador, tuvo su epicentro a 55 kilómetros al sur de Barra Salada, en la misma zona de costa bañada por esas aguas calientes y claras que están convirtiendo en un paraíso turístico a nuestra tierra hermana de América Central.

Ese hecho provocó que el sismo se sintiera con mayor fuerza en parte de Guatemala, país donde el  pueblecito de Panabaj, del  municipio de Santiago Atitlán, quedó bajo 12 metros de lodo,  otro desastre que ha obligado a las autoridades guatemaltecas a declarar la zona como un cementerio masivo.

¿Tendría todo ello que ver con el reciente huracán Stan que asoló días antes El Salvador, Guatemala, Honduras y parte de México adonde llegó ya convertido en tormenta tropical?

¿Tendría todo ello que ver con la cadena de huracanes que viene asolando las costas del Golfo de México?. Sólo tenemos que recordar que Katrina y Rita depositaron su inmensa energía en las costas del "todopoderoso" Estados Unidos, destruyendo la ciudad de Nueva Orleáns, y desbastando la región de la costa del Golfo en Luisiana, Mississippi y Alabama, con varias decenas de miles de muertos y desaparecidos.

¿Tendrá todo esto que ver con el cambio climático?. Algunos expertos advierten que es prematuro atribuir ésta actividad al calentamiento global, y hablan de que estamos en una temporada de huracanes, que puede prolongarse una o dos décadas, y que para comprobar que no es nueva esta situación basta con analizar los datos históricos que se disponen.

Relacionar huracanes y calentamiento global plantea más preguntas de las que se pueden responder al día de hoy. Aparentemente, el efecto del calentamiento global es mínimo, según los científicos, para explicar la vehemencia, la duración y la frecuencia de los huracanes recientes, de consecuencias catastróficas de todos conocidas, si bien se espera que, a medida que el planeta se recalienta, se den en mayor medida fenómenos climáticos extremos como la frecuencia de las olas de calor, las precipitaciones intensas,  las ventiscas y las sequías. Respecto a otros fenómenos, tales como las tormentas extratropicales, existe poco consenso entre los modelos predictivos actuales (Fuente: GreenFacts.org).

Casi simultáneamente, el pasado 8 de Octubre, y  en el otro extremo del mundo, un nuevo terremoto ha elevado a 2000 la cifra de víctimas mortales, entre ellas 400 niños en Pakistán. El terremoto se sintió también en Afganistán y en áreas de La India como Nueva Delhi, Punjab, Gujarat y Madhrya Pradesh, y en el territorio de Cachemira. Un portavoz del Servicio Geológico de EEUU, que supervisa todos los terremotos que se producen en el mundo, ha explicado que el seísmo alcanzó una magnitud de 7,6 y se localizó a 95 kilómetros de Islamabad, a 115 kilómetros al este de Mingaora (Pakistán), 125 kilómetros de Srinagar (en la Cachemira india).

Es evidentemente que nos encontramos en la época adecuada para éste tipo de fenómenos, pues la temporada de huracanes va desde el 1 de junio al 30 de noviembre, si bien, en octubre suele haber huracanes y tormentas tropicales pero de menor tamaño, y tal vez nos resulte más alarmante debido a las posibilidades actuales de la difusión informativa, algo que no existía hace tan sólo unas décadas.

También es cierto que hoy se dispone de medios tecnológicos muy avanzados, para el seguimiento de estos eventos atmosféricos, como es el sistema satelital de la NOAA GEOSS (Sistema de Sistemas de Observación Global de la Tierra), cuya versión para Centroamérica es el sistema SERVIR, un centro de interpretación para los datos obtenidos por muchos satélites de observación terrestre, mediante los cuales los científicos pueden avanzar muy rápidamente en la investigación de las causas de estos desastres, y que está siendo utilizado como modelo para rediseñar  La Reserva maya de la Biosfera, con la creación de un espacio aún mayor, el Corredor Biológico Mesoamericano, una senda verde de la longitud de América Central, que conecta parques y reservas entre las naciones centroamericanas, y en cuya vigilancia espacial  colabora muy estrechamente la NASA.

Gracias a estas nuevas y sofisticadas técnicas de estudio, hoy se sabe que la temperatura superficial media de la Tierra ha aumentado aproximadamente 0,6°C  desde finales del siglo XIX, y que ello ha sido promovido en gran medida por las actividades humanas que aumentan los niveles de los gases de efecto invernadero que tienden a calentar la Tierra, como el dióxido de carbono (CO2), en la atmósfera.

También se conoce de la existencia de El Niño, una corriente de agua cálida que fluye periódicamente a lo largo de la costa del Ecuador y el Perú, y que genera un fenómeno de acoplamiento entre la atmósfera y el océano que se asocia con una fluctuación de las características de la presión en superficie y la circulación en la región intertropical de los océanos Índico y Pacífico, denominada Oscilación Austral.

Cuando se produce un episodio El Niño, los alisios que soplan en ese momento amainan y la contracorriente ecuatorial se intensifica y hace que las aguas cálidas de la superficie en la región de Indonesia fluyan hacia el Este y se superpongan a las aguas frías de la corriente del Perú. Este fenómeno surte profundos efectos en el viento, la temperatura de la superficie del mar y las precipitaciones en la zona tropical del Pacífico. Influye en el clima de toda la región del Pacífico y en muchas otras partes del mundo. La fase opuesta de un fenómeno de El Niño se denomina La Niña. (Fuente: IPPC Cambio Climático.)

No se sabe exactamente aún, en cuántos grados y con qué rapidez aumentarán las temperaturas ni cuáles serán los impactos exactos del cambio climático durante el Siglo XXI, sobre todo a escala local, sin embargo, todos ya reconocemos que el calentamiento del planeta presenta riesgos graves y reales, pero dado que la Naturaleza y la amplitud exacta de estos riesgos son inciertas, debemos utilizar nuestra mayor capacidad de juicio, basándonos en el estado actual de la Ciencia, para determinar cuál sería la respuesta más apropiada, por ello, y aunque no es fácil establecer un vínculo definitivo entre un acontecimiento particular y el calentamiento del planeta, todos deberíamos recordar que hace poco más de un siglo la mayor parte de la superficie del planeta  se encontraba cubierta por selvas vírgenes y  que en la actualidad los bosques sólo cubren el 30%.

Actualmente Estados Unidos y Canadá son los mayores productores mundiales de papel, pulpa y productos papeleros. Finlandia, Japón, Rusia y Suecia también producen cantidades significativas de madera y papel prensa, y para cubrir estas necesidades "secundarias" del "primer mundo", se necesita todavía de la madera que se dispone en los bosques tropicales de las áreas subdesarrolladas.

América Central es un estrecho Puente de Tierra entre América del Norte y del Sur, y representa menos del 0.5% de la superficie de todos los continentes. Sin embargo es el hogar de entre un 7 u 8% de la totalidad de las especies terrestres de animales y plantas. Su hogar, la selva tropical, es sistemáticamente agredido por la naturaleza y la acción humana, en forma de terremotos, huracanes, ocupación ilegal de tierras, y la deforestación provocada por la agricultura de tala y quema.

Actualmente el futuro de los bosques es poco prometedor, y se estima que si el ritmo y modo de consumo continuaran como hasta ahora, las especies de árboles útiles para la fabricación de madera  y papel disminuirán en un 40%. Los expertos indican que si esta deforestación incontrolada se mantuviera, para el año 2020 quedarían solamente 1.800 millones de hectáreas de bosques en el planeta. La mayor parte de la deforestación tendría lugar en las regiones más pobres de la Tierra, y afectaría a las zonas tropicales preferentemente. La desaparición de los bosques conllevaría el correspondiente incremento de efecto invernadero, el avance de los desiertos, el incremento del hambre en el mundo y el aumento de enfermedades de distintos tipos.
 
El bosque ha sido generalmente víctima de la tala indiscriminada promovida por compañías madereras, principalmente externas a los países productores, que se aceleró en los años setenta y ochenta. Sin embargo, en un  informe reciente de la FAO se indica que "el problema actual no es sólo la gran industria maderera, sino también, el campesinado pobre que, en  naciones con graves desigualdades económicas y un alto crecimiento demográfico, requiere constantemente leña, nuevas tierras para cultivar  y para construir sus viviendas, de manera que asolan las laderas de las montañas provocando su desprendimiento posterior en periodos de lluvias y huracanes, e incrementando el riesgo.

Un riesgo que posteriormente vuelve a hacer  sufrir a las áreas en vías de desarrollo. No olvidemos que Nueva Orleáns es una ciudad pobre, donde el nivel de incultura y analfabetismo es tercermundista, y que las consecuencias de Katrina han generado mayor o menos desastre humano dependiendo del barrio, sus tipos de casas y de edificaciones, algo similar a lo que ha experimentado con el huracán Stan, la ciudad de mi amigo Manuel, a quien deseo de todo corazón que encuentre a su familia.
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Benito A. De la Morena
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Comentario[s]
Lindo pero no tan bueno
Escrito por Invitado el 2008-10-30 13:12:27
Está bueno toddo pero no tan lindo como mis amigos me dijeron que era. Espero que mejoren y pongan más cosas. Besos grandes :) :grin


 
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